martes, febrero 05, 2008

Post a medida

A continuación publico un post escrito por mi novia. Es una mezcla de mis posts, algunas frases mías, otras tantas no y mezclado con Aira, Copi y otros argentinos modernos.
Todo comenzó, algún tiempo atrás, cuando imitaba los posibles posts que ella pudiera publicar en su blog, recientemente cerrado y de muy buena calidad. Lástima que tuve que dejar de leerlo tras algunos posts donde me enteraba intimidades que me siguen nublando la córnea hasta el día de hoy. Disfruten.
Paguen un pasaje a Uruguay si quieren que siga escribiendo
Quizás esté equivocado o no tenga mucha razón, pero eso sería casi imposible, teniendo en cuenta que escribo desde un lugar muy racional, aunque sensible y sincero. Me gustaría escuchar opiniones al respecto, porque a veces, uno, a pesar de lo que dicen las estadísticas, puede llegar a equivocarse –en el mundo del revés, por ejemplo-
Iba caminando muy tranquilo, por las playas de Uruguay, pensando en todas las cosas que me habían pasado, no es que estaba en Uruguay realmente, pero es que todo se siente así a mi alrededor. Como en una playa uruguaya con un perro, con el que juego al atardecer de un amanecer. Y todo estaba muy claro, yo amaba a ese perro, éramos uno, pero no se lo dije… Qué sé yo, uno a veces no dice lo que siente sobre todo cuando el perro no existe.
La playa estaba vacía, la naturaleza me llamaba, lo que era muy raro porque hablaba igual que una amiga del country, y estaba seguro que era. ¿Era?! ¿o no era?! Sí, era!!! Mi amiga de toda la vida, con la que nos mirábamos los pitos. Las casualidades son mi cosa favorita en todo el mundo, así que me hice pis de la alegría. Mi amiga había crecido para ser la mismísima naturaleza, que bueno que la naturaleza sea judía. Pero como dije antes, no estaba en la playa realmente así que, no, no era Yamila. Allí estaba, todo meado en el subte.
Llegó el tren y me subí junto a una señora que me miró como el perro, y me dijo que me sacara la billetera de la cabeza y que la pusiera en un lugar más seguro. Me dijo que ella me la iba a guardar “porlas”, y yo volví a creer en la humanidad. Bueno, nada, parece que me robó la vieja muy puta. Y yo la veía que se iba cagándose de risa, pero no me podía mover porque justo en ese momento parado en el andén estaba un amigo del primo segundo de mi ex profesor de geometría y me hice pis de vuelta.
Con la policía seguimos a la vieja por todo Paternal, una pena que no la seguimos por Villa Crespo, donde había sucedido el siniestro.
Como se me había hecho muy temprano caminé por el barrio buscando monedas y me encontré 25 centavos, justo cuando iba a levantarlos una nena me miró como el perro –ergo como la dulce anciana- y sentí que yo también era una nena, y nos dimos las manos y corrimos por la vereda cantando una canción de Flavia Palmiero. Lo que me hizo sospechar bastante, porque Flavia es como muy retro (no vintage) y ella era nena muy chica que no podía saberse esas canciones. Fue grande la sorpresa cuando descubrí que no era una nena, era más bien un tipo, ya de mediana edad, que me estaba robando los 25 centavos.
Claramente, entre nosotros había mucha envidia y competencia. Lo veía irse riéndose fuerte, alzando la moneda en el aire. Nos habíamos enamorado un poco.
Llegué a casa y J me esperaba con J y J tomando mate, ojalá mis amigos tuviesen iniciales distintas, no es que los quiera menos por eso, es sólo que a veces siento que soy el único en todo el mundo que tiene tres amigos que empiezan con la misma letra y que sólo yo puedo entenderlo. Por suerte tengo otro amigo que empieza con otra letra como L, F, J, G no sé un montón.
Espero no haber sido demasiado cruel, yo, por ejemplo tengo mucho sentido del humor y me río de las boludeces que hace mi novia en la oficina mientras evita trabajar. Por otro lado, a veces es mejor hacer un chiste y perder un amigo, que tener otro amigo que empiece con J.