Hablales vos que sos actor

Este es un error muy común de la gente que no actúa. Tras un proceso de asociación muy simple y a primera vista lógico, creen que el actor al subirse al escenario y actuar ante cincuenta personas, o mas (o menos; a veces pasa) son unos caraduras. Es tal la exposición que tienen, que acercarse a hablarle a un grupo de chicas hermosas es moco de pavo. Pero no, todo lo contrario. Sobre el escenario uno de los pensamientos que más ocupa la cabeza del actor, después de qué vamos a comer cuando termine la función, es cómo la está pasando la gente. Cuando hay gags es muy fácil saberlo, y se convierte en un vicio sentir cómo te vibran los huesos por el estallido de las risas, si es que estallan. Cuando no, es el vacío más grande sobre la tierra. Por eso si de algo es consciente el actor, es de lo juiciosa que puede llegar a ser la gente. Desde que pone un pie sobre el escenario hasta mientras saluda al final de la función, sabe que se están realizando juicios constantes sobre su persona, estilo, peso, altura, simetría facial, etc. Después de tener esta conciencia es difícil no tenerla a flor de piel en la vida diaria.
Por eso, hacer el ridículo sobre un transporte público y ser el centro de atención sin haberlo buscado puede ser una desgracia para cualquiera, pero creo que para un actor puede llegar a ser peor que una desgracia.